Aumento de la vigilancia de punta
Nunca antes las organizaciones habían dependido tanto de los datos. Desde la resolución de problemas básicos hasta las precauciones de seguridad avanzadas, esta creciente dependencia ha ampliado tanto la complejidad como la importancia de la arquitectura de la tecnología de la información (TI). Las empresas de hoy en día se están convirtiendo, por necesidad, en empresas basadas en datos. En el sector de la videovigilancia específicamente, se están analizando una cantidad de datos sin precedentes, y todos los indicios apuntan a un crecimiento continuo en los próximos años. Una estimación de IDC prevé que la cantidad de datos que se generan en todo el mundo y que se destinan a utilizarse para el análisis aumentará 50 veces para el 2025.
El surgimiento de las aplicaciones de megadatos y de Internet de las cosas (IoT) significa que las organizaciones se enfrentan a un crecimiento sin precedentes en el número de puntos de contacto de datos que se utilizan en una aplicación determinada. Capturar la entrada de una variedad de puntos finales, como cámaras y sensores de IoT, aumenta el volumen de datos que deben ser almacenados, procesados, administrados y protegidos. Esto, combinado con la llegada de la cámara de ultra alta definición y las aplicaciones de inteligencia artificial (IA), significa que los sistemas de vigilancia están recopilando más datos y almacenándolos por más tiempo.
Debido al papel cada vez más crítico que desempeña el video para la seguridad y las operaciones, el despliegue de la solución de almacenamiento más fiable es de vital importancia. Las organizaciones no se pueden permitir perder la integridad de los datos o del video, ya que la precisión de los sistemas de IA depende en gran medida de esta información. En el caso de las aplicaciones de IA, es necesario almacenar el exceso de datos durante largos períodos de tiempo para que los sistemas “aprendan” y mejoren su capacidad de realizar análisis predictivos. Entre más funciones de IA se incorporen a los despliegues, mayor será la infraestructura y la capacidad de almacenamiento para optimizar el rendimiento.
De este modo, cualquier dispositivo de almacenamiento utilizado para este tipo de aplicaciones avanzadas debe ser lo más fiable posible, y lo ideal es que cuente con componentes de sistema redundantes para maximizar la eficiencia y minimizar el tiempo de inactividad. Desafortunadamente, confiar solamente en los centros de datos de la nube puede causar problemas para las aplicaciones de datos más exigentes. Estas soluciones dependen en gran medida de la conexión a Internet y de la distancia entre las cámaras y el servidor, lo que con frecuencia genera problemas de latencia, que pueden retrasar la transferencia de la información crítica de la empresa en tiempo real.
Cuando se considera el almacenamiento de punta, las unidades de despliegue para las aplicaciones de megadatos deben poder funcionar bajo estrés extremo en la carga de trabajo. Una unidad de disco duro de vigilancia debe estar optimizada para una carga de trabajo de 24 horas al día, los 7 días a la semana, y no puede darse el lujo de tener inactividad ocasional, por lo que puede cuadriplicar el número anual de horas que una unidad típica de disco duro de escritorio debe trabajar. Si una organización escoge una unidad para aplicaciones de video que no está optimizada para la vigilancia, como consecuencia, puede haber desde fallas en la calidad de la transmisión del video y el rendimiento de la carga de trabajo, hasta capacidades analíticas por debajo de lo normal.
La necesidad de mantener las unidades de disco duro funcionando por más tiempo significa que las unidades que tengan la capacidad de detectar y comunicar su estado deben ser una prioridad, con el fin de maximizar el tiempo de actividad y ayudar a prevenir o recuperar la posible pérdida de datos relacionada con incidentes perjudiciales (como cortes de electricidad, vandalismo o desastres naturales).
Para administrar la creciente complejidad que caracteriza las actuales aplicaciones de uso intensivo de datos y asegurar que las empresas puedan utilizar con éxito todos estos datos, está emergiendo una nueva infraestructura para las aplicaciones de las empresas: una arquitectura de almacenamiento de datos de TI 4.0 que conecta los dispositivos de punta, Internet de las cosas, la nube y los centros de datos empresariales. El enfoque de la TI 4.0 extiende efectivamente el poder de la nube hasta el límite del continuo procesamiento de datos, lo cual ayuda a mitigar los problemas de latencia porque el análisis inicial se realiza cerca de donde se recopilan los datos. Esto permite tomar decisiones en tiempo real, lo cual puede generar aplicaciones útiles que abarcan desde la prevención del delito hasta la regulación del tráfico.
El despliegue de dispositivos informáticos de punta potenciados por discos duros de vigilancia optimizados por la IA permite lograr varios beneficios como, por ejemplo, reducir los retrasos en el acceso a los datos, evitar problemas con el ancho de banda y respetar las restricciones del manejo de los datos. Al final se logra reducir las llamadas de mantenimiento y aumentar la satisfacción general del cliente. Eso, a su vez, puede mejorar el resultado final. Sin embargo, el beneficio más importante es que los dispositivos de punta potenciados por unidades habilitadas por la IA ofrecen una visión más rápida y directa en el sitio, para que sea posible tomar decisiones críticas en tiempo real.
Una aplicación que ha sido posible gracias a los datos recogidos de los sistemas de seguridad habilitados por la IA es la de la regulación eficiente del flujo de tráfico entre los vehículos conectados. En este contexto, una cámara inteligente puede detectar un accidente automovilístico y, de manera inmediata, enviar una alerta al personal del centro de comando que puede asignar a un oficial de tráfico al área para proporcionar asistencia. Otro ejemplo importante es el de las agencias de tráfico de la ciudad que utilizan cámaras con reconocimiento de objetos para detectar a los conductores que van en sentido contrario.
Las aplicaciones empresariales modernas no deberían depender de una tecnología o adoptar un sistema de “un solo tamaño”, sino que deberían abordar los desafíos de los megadatos mediante la implementación de una arquitectura de almacenamiento de datos de la TI 4.0, que aproveche los datos de múltiples puntos finales, los dispositivos de punta, los centros de datos y la nube. Elegir un sistema de TI 4.0 es una estrategia óptima para aprovechar al máximo el potencial que encierran las aplicaciones de megadatos y las unidades de disco duro de gran capacidad habilitadas por la IA desempeñan un papel esencial en esta solución.